EL PSICOANALISIS

29.01.2020

LA VIGENCIA DEL PSICOANALISIS

El psicoanálisis, ¿Sigue siendo eficaz frente a la problemática de la época?, ¿Tiene efectos sobre el padecimiento subjetivo actual?

Como profesional de la salud, es importante interrogarse sobre los efectos que nuestra práctica clínica produce en los pacientes que tratamos. Se trata de una posición ética.

Anorexias graves; adicciones; depresiones son algunos de los casos que recibimos en las consultas. Generalmente bajo el nombre de "Trastornos" -trastorno de la ansiedad; trastorno maniaco depresivo, trastorno específico del aprendizaje; Trastorno por déficit de la atención, por nombrar algunos-. Trastorno.

Cada vez se observan más casos de este tipo de "Trastornos" en nuestros consultorios.

Es por eso que me pregunto, frente la proliferación de ofertas terapéuticas,- desde las psicofarmacológicas hasta las psicoterapéuticas-, qué lugar para el psicoanálisis en estos tiempos.

El psicoanálisis hoy.

En algunos países, fundamentalmente latinoamericanos, los psicoanalistas son requeridos en los hospitales, en los centros de salud, en las escuelas, en las cárceles, en las empresas de medicina pre paga...Ocupan lugares de gestión y dirigen instituciones de formación.

El psicoanálisis se transmite en las universidades y en instituciones de formación psicoanalíticas. Se organizan congresos, coloquios, reuniones, movimientos internacionales para transmitir el psicoanálisis. Europa es cede de congresos, coloquios; cuenta con instituciones psicoanalíticas, y psicoanalistas interesados en la práctica y la transmisión del psicoanálisis.

Teniendo en cuenta estos datos podemos afirmar la vigencia del psicoanálisis.

¿Por qué sigue vigente? Porque produce efectos.

Ahora bien, el Psicoanálisis ¿Qué es? : ¿Es una terapéutica?

¿Qué cura el psicoanálisis? ¿Cómo lo "cura"?

En algún sentido, el término "Terapéutico" produce una dificultad, una paradoja. Por un lado, podríamos decir que los efectos de un análisis son terapéuticos en el sentido de que alivian el síntoma; lo transforman. Los pacientes no sólo comienzan a sentirse mejor, sino que adoptan una posición diferente frente a lo que les toca vivir. Eso es "terapéutico", por el efecto que tiene sobre el padecimiento. Pero, si terapéutico se asocia recuperar un estado de salud perdido, entonces ya nos plantea un problema. El psicoanálisis de ningún modo nos devuelve a un estado anterior, sino que produce algo novedoso; una "invención", un recurso del sujeto para vivir mejor, y eso es algo que se produce en el análisis, no está de antemano.

¿Quiénes consultan a un analista?

Una consulta puede estar motivada por diferentes cuestiones, de lo más diversas y singulares: problemas de pareja, excesos en los consumos, angustia inexplicable, desgano, disfunciones sexuales, locura. Pero hay un rasgo común en todas ellas: algo anda mal; o no anda.

Es ese malestar el que mueve a alguien a llamar a un analista, pedir una consulta y comenzar a hablar. Es como cuando una piedra se nos entra en el zapato; en algún momento comienza a molestar y uno necesita hacer algo con ello.

Ese sufrimiento puede ser abordado desde diferentes aristas: desde lo medicamentoso, desde lo terapéutico, incluso desde lo religioso. La novedad que introduce el psicoanálisis es el abordaje que hace a través de la palabra. La palabra pasa a ser fundamental.

Partimos de que somos sujetos hablados. Desde que nacemos, y aún desde antes, somos bañados de lenguaje. Nos hablan, nos significan. Un bebé llora y hay una madre significando ese llanto: le pasa tal cosa, quiere tal otra, tiene sueño... etc.

Me sirve tomar como ejemplo un software al que le incorporan información para que funcione. Programas, aplicaciones, memoria etc. Es muy importante contar con los programas, y saber el modo en cómo funcionan. Pero la complejidad de lo "humano" radica en que, a veces, perdemos el mando. Los programas y aplicaciones no responden como quisiéramos, sino de una manera cuasi autónoma, como acéfala. Nos lo demuestran nuestros lapsus, nuestros sueños, nuestros tropiezos; nadie elije sus equivocaciones; ni sus sueños, ni sus fantasías. Queremos decir no y decimos sí, o a la inversa; terminamos en lugares donde no queremos estar; hay algo que se repite. Muchas otras veces no entendemos cómo funcionamos, lo contradictorios que pueden ser nuestros pensamientos, o sentimientos.

En un análisis las palabras hacen su propia articulación, se producen cortes y empalmes, produciendo nuevos efectos de sentido. Sabemos que a veces quedamos entrampados en algún sentido nunca cuestionado; que opera como mandato. Las palabras marcan.

Entonces decía, el psicoanálisis apuesta a que la palabra haga su recorrido, y que se produzcan cosas. El paciente habla, comienza a escucharse. Hay algo que pulsa, insiste en el discurso, se repite, entonces algo reaparece y empieza a escucharse de otra manera.

Cuando alguien habla se producen equívocos, lapsus, sueños, olvidos; todo tipo de manifestaciones que nos sorprenden, que no podemos dominar ni controlar desde la voluntad. Algo habla más allá de nosotros mismos: a eso lo llamamos Sujeto del Inconsciente, y es eso lo que nos ocupa a los analistas.

Un psicoanálisis es algo que se produce entre el paciente y el psicoanalista, en un encuadre particular, bajo ciertas reglas que posibilitan poner en marcha las palabras. Poner a hablar el dolor, la ansiedad, los miedos, la angustia...Y cuando las palabras se ponen en marcha dicen mucho más de lo que creen. Revelan alguna verdad del sujeto.

No es lo mismo la ceguera que produce la neurosis, que estar advertidos de lo que gobierna nuestra existencia. Estar advertidos posibilita hacer algo con eso, no repetir siempre la misma historia.

El psicoanálisis es eficaz porque produce efectos a nivel del síntoma. Toca la estructura del sujeto, y modifica modos de gozar y desear.

Por otro lado, el psicoanálisis produce efectos que impactan en el lazo social; en la relación al otro. Y en consiguiente, en lo social.

Dice una canción:

"En tiempos donde nadie escucha a nadie,

En tiempos donde todos contra todos,

En tiempos de egoístas y mezquinos,

En tiempos donde siempre estamos solos

Habrá que declararse incompetente
En todas las materias de mercado
Habrá que declararse un inocente
O habrá que ser abyecto y desalmado"[1]

En esos tiempos, los de hoy, frente al padecimiento de la época, el psicoanálisis es una opción.


Claudia Luján

    
Lic en Psicología


Número de colegiada 19/201.


[1] Fito Paez "Al lado del camino" Disco "Abre" 1999